Hipertiroidismo e hipertensión felina
Las hormonas tiroideas regulan el metabolismo y están presentes en el funcionamiento de casi todos los órganos del cuerpo. Pero los felinos con hipertiroidismo, cuyo cuerpo las produce en exceso, tienden a quemar energía a un ritmo muy por encima del normal. Su metabolismo o actividad corporal se acelera, por lo que un gato con hipertiroidismo perderá peso, a pesar de que su apetito crezca e ingiera más alimento del habitual.
Las señales del hipertiroidismo en felinos incluyen pérdida de peso debido a que, por su metabolismo acelerado, el gato quema más energía de lo normal. Esto explica que otros síntomas generan aumento de apetito, que el animal beba más agua de lo normal y que incremente la orina, un aspecto que se notará al tener que limpiar la arena de los gatos con mayor frecuencia.
Que tu gato quiera beber del grifo más de lo normal, o que beba agua de los platos del macetero, pueden darnos pistas de que tiene sed; y esto es un síntoma de hipertiroidismo. Las personas que viven con gatos que sufren hipertiroidismo suelen comentar a nuestro veterinario cosas como "Mi gato tiene hambre siempre" o "Mi gato se ha hecho mayor de repente". Pero también puede ocurrir todo lo contrario: "No parece que mi gato tenga 16 años, se encuentra genial y se comporta como un cachorro de nuevo".
Otros signos del hipertiroidismo son un comportamiento más irritable, incremento de las pulsaciones cardiacas, así como una pérdida de salud del pelo del gato. "La depresión, el estrés, la dificultad para respirar, los vómitos y diarreas, incluso un estado de debilidad generalizada también son señales del hipertiroidismo en los felinos", enumeran estos expertos.
Los gatos son animales de costumbres arraigadas, por lo tanto, la primera señal puede ser un cambio brusco en su conducta o temperamento, en sus hábitos alimenticios o al utilizar la caja de arena.
La hipertensión
Lo primero es determinar las causas de las enfermedades subyacentes (si las hay); una vez controladas, será más sencillo mantener la presión arterial en niveles normales, será necesario que el profesional de nuestra clínica veterinaria de Gavà valore al animal y administre, si lo considera, las dosis adecuadas de anti hipertensivos. Muchas veces se requiere de cierto tiempo para hallar la medicación y dosis ideal para cada animal.
Si existe daño ocular, se debe considerar la evolución del mismo como respuesta al tratamiento indicado e igualmente, verificar la funcionalidad del riñón en los casos donde se manifieste el daño renal. Modificar la dieta y disminuir el consumo de sal es otra medida que puede ser beneficiosa en algunos casos. Las mediciones de tensión deben realizarse en un periodo de 2 a 3 meses.
Síntomas de alarma
Antes de adentrarnos en los síntomas, es conveniente recordar la importancia del control rutinario. Al visitar nuestro centro veterinario de Gavà regularmente es posible, entre otras cosas, chequear su presión arterial, además de las vacunas de rigor y los cuidados requeridos. La edad del gato influirá en la frecuencia de dichas visitas, así como la historia médica del animal. En la mayoría de los casos, las señales de alarma vienen dadas por otros padecimientos asociados, más que por la presión arterial en sí.
Cambios de conducta. Los gatos son animales de costumbres arraigadas, por lo tanto, la primera señal puede ser un cambio brusco en su conducta o temperamento, en sus hábitos alimenticios o al utilizar la caja de arena.
Signos físicos. Pérdida de peso, hiperactividad, parpadeos, ataxia. En casos más avanzados, pueden desarrollarse enfermedades neurológicas progresivas que se manifiestan tempranamente con factores como hiperactividad, pérdida de peso y apetito, sensibilidad a la luz, parpadeos frecuentes o dificultad para caminar. La depresión es otro síntoma que puede terminar por desencadenar un estado de coma en el animal.
Ceguera temporal o permanente. Dependiendo del tiempo en que la tensión se mantuvo elevada, los ojos del gato pueden llegar a verse afectados de forma temporal o definitiva. Frecuentemente, las hemorragias intraoculares o la ceguera son las causas de las visitas de emergencia al veterinario relacionadas con la hipertensión, aun cuando se desconoce que esta existe.
Daño en los riñones. La hipertensión arterial puede darse en casos en los que existe un daño previo en los riñones, pero se trata de un padecimiento primario no relacionado.